La tecnología ha hecho que las distancias sean más cortas, pero a su vez a generado barreras invisibles en los compañeros de una misma organización, trabajando en una misma oficina. Veamos algunos casos:
- Tenemos que comunicar a un compañero de un asunto importante de trabajo y le enviamos un email, aunque se encuentre a unos metros de nuestro escritorio... unido a la frase oral... "Ya te envié un email".
- Enviamos un reclamo a un colaborador y lo hacemos ocn copias a casi toda la organización, y pos supuesto con copia a la gerencia.
- Luego de haber recibido un email sobre un asunto importante respondemos esa misma vía, aunque los plazos estén ya próximos a cumplirse..
- A nivel de jefaturas informamos con memorandos adjuntos de asuntos delicados sin establecer ningún tipo de contacto cara a cara.
Si pensamos en la efectividad de la comunicación, el hecho del contacto real, en tiempo real (podría aún ser a través de una videoconferencia) no debe ser eliminado. Somos seres en primer lugar emocionales, no racionales, y al eliminar este contacto eso puede llevar a desaveniencias y dificultades en el corto y mediano plazo.
Todos los asuntos trascendentales deben comunicarse cara a cara y luego si necesitamos una evidencia enviar como soporte un email. En el peor de los casos enviar un email, o escribir un memorando, pero luego asegurarnos que el mensaje haya llegado al receptor y que el tono emocional adecuado haya también sido comunicado.
Recordemos que un elemento básico del liderazgo es ser un excelente comunicador.
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