Reflexión

"Hay que aprender a analizar el contexto, entender la lógica de los procesos y permitirse el pensamiento abstracto para buscar oportunidades de mejora."

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lunes, 27 de octubre de 2025

ISO 37001:2025 – Cambios clave y transición hacia la nueva norma antisoborno

La ISO 37001:2025 ha sido publicada como la actualización de la norma internacional de sistemas de gestión antisoborno, consolidándose como una herramienta esencial para organizaciones que buscan garantizar integridad, transparencia y cumplimiento ético en sus operaciones. Esta nueva edición no solo actualiza conceptos, sino que amplía el enfoque hacia la sostenibilidad, la gobernanza y el alineamiento con los compromisos ESG.

Cambios clave en ISO 37001:2025

Entre los principales ajustes introducidos en esta versión se destacan:

  • Estructura de alto nivel (HLS): alineada con el marco común de las normas ISO de sistemas de gestión, lo que facilita la integración con ISO 9001, ISO 14001, ISO 37301 y otras.

  • Nuevas definiciones y aclaraciones: mayor precisión en el rol antisoborno, términos y alcance del sistema.

  • Gestión de riesgos con perspectiva ESG: se incluyen explícitamente factores relacionados con la sostenibilidad y el cambio climático, reforzando la visión de responsabilidad corporativa y alineando la norma con las exigencias regulatorias y sociales actuales.

  • Conflictos de interés: la norma actualizada aborda de manera directa este tema, exigiendo procedimientos claros para identificarlos, gestionarlos y evitar que comprometan la gobernanza ética.

  • Énfasis en liderazgo y compromiso: se refuerza el papel de la alta dirección y del órgano de gobierno en el diseño, implementación y seguimiento del sistema.

  • Controles financieros y no financieros: se amplía el detalle sobre la debida diligencia, las políticas antisoborno y los compromisos de terceros.

El período de transición

Con la publicación de la nueva edición, se abre un período de transición para las organizaciones que actualmente cuentan con sistemas de gestión certificados bajo ISO 37001:2016. Durante este tiempo, deberán:

  1. Analizar las brechas entre su sistema actual y los requisitos de la versión 2025.

  2. Actualizar políticas, procedimientos y evaluaciones de riesgo, incorporando los nuevos elementos de sostenibilidad y conflictos de interés.

  3. Capacitar a sus equipos en los cambios introducidos, asegurando la comprensión y aplicación práctica.

  4. Coordinar con sus organismos de certificación el cronograma de auditorías de transición, para evitar retrasos o riesgos de perder vigencia en la certificación.

Desde mi experiencia acompañando a organizaciones en la implementación de la norma, el verdadero reto no ha sido técnico, sino lograr el compromiso real de la alta dirección. Integrar la norma en los sistemas de gestión de la organización exige que se reconozca que muchas situaciones que parecen “prácticas habituales de negocio” en realidad constituyen ventajas indebidas y deben analizarse bajo un prisma ético.

Uno de los riesgos más sensibles en este ámbito es la gestión de los conflictos de interés en posiciones claves, que en muchas organizaciones no se abordan de forma abierta. La nueva ISO 37001 pone un énfasis claro en este punto y obliga a las empresas a establecer mecanismos más transparentes y verificables.

Mirando hacia adelante

En este escenario, resulta evidente que la ISO 37001:2025 no debería verse como un sistema aislado, sino como una norma que debe integrarse en los esquemas de gestión integrados de las organizaciones. Aquellas empresas que ya gestionan calidad (ISO 9001), compliance (ISO 37301), medio ambiente (ISO 14001) o energía (ISO 50001) tienen el desafío —y la oportunidad— de incluir la gestión antisoborno como un componente estratégico que refuerza su visión ESG.

Las organizaciones que asuman esta transición con visión proactiva estarán mejor posicionadas para demostrar integridad, prevenir riesgos legales y reputacionales, y generar confianza en mercados cada vez más exigentes.



César Díaz Guevara
Consultor en Calidad, Estrategia e Innovación

miércoles, 22 de octubre de 2025

Building Trust Through Food Safety: ISO 22000, Codex and the Global Agenda

 

Food safety isn’t only about avoiding risks. It is about building trust, resilience, and a reputation for excellence in a world where food is traded, consumed, and relied upon across every border.

ISO has recently brought together the ISO 22000 food safety essentials package, a streamlined way for organizations of all sizes to meet the prerequisites of ISO 22000, the global standard for food safety management. Whether it’s food manufacturing, catering, fisheries, or cross-sector practices, this package provides a solid, scalable recipe for compliance.

What’s inside the essentials package?

  • ISO 22002-1: Prerequisite programs (PRPs) for food manufacturing – covering everything from pest control to equipment hygiene.

  • ISO 22002-2: PRPs for catering – food trucks, cafeterias, and kitchens of all sizes.

  • ISO 22002-100: Cross-sector PRPs – ensuring traceability, food defense, supplier control, and more.

Together, these three standards form a rock-solid foundation for food safety, helping organizations build confidence with regulators, consumers, and international buyers.




Why does it matter globally – and for fisheries?

Food is not just a local matter — it is the backbone of international trade and directly connected to public health. For sectors such as fisheries and seafood exports, food safety standards are particularly critical. These industries depend on consumer confidence in freshness, traceability, and hygiene — any gap in compliance can close international markets overnight.

By adopting ISO 22000 and its supporting PRPs, the fisheries sector can secure greater access to global markets, ensuring that seafood continues to be recognized not only as a valuable food source but also as a sustainable trade commodity.

ISO, Codex and the European Farm to Fork strategy

ISO standards are designed to align and complement the Codex Alimentarius, the global reference for food safety recognized by WHO and FAO. Codex sets the science-based principles, and ISO provides the practical frameworks organizations can use to demonstrate compliance across supply chains.

This alignment is also directly connected to the European “Farm to Fork” Strategy, part of the European Green Deal, which aims to ensure that food systems are fair, healthy, and environmentally friendly. Standards such as ISO 22000 provide the operational tools to make that vision a reality, balancing sustainability and consumer safety.

📌 Learn more about Codex here: Codex Alimentarius
📌 Explore ISO 22000 and related standards: ISO 22000 on iso.org

Food safety on the COP30 agenda

The importance of food safety will also resonate in global discussions such as COP30, where climate change, biodiversity, and food systems are central. A resilient and transparent food safety framework supports sustainability goals, helps protect vulnerable sectors like fisheries from climate-related risks, and enables countries to demonstrate responsible practices in line with climate and trade commitments.

Looking ahead

As supply chains grow more complex, and as the demand for transparency and resilience increases, the role of international standards will only become more critical. By following ISO 22000 and working in harmony with Codex Alimentarius and strategies like Europe’s Farm to Fork, organizations are not just ticking compliance boxes — they are shaping a safer, healthier, and more trustworthy global food system.

Congratulations to ISO and the thousands of experts worldwide who continue to make this possible. Their work is at the heart of protecting consumers and enabling fair, reliable trade in one of the most essential goods of all: food.

martes, 21 de octubre de 2025

Plenaria 2025 del ISO TC 176

 La ciudad de Lima fue escenario, gracias al INACAL, Organismo Nacional de Normalización de Perú, de uno de los encuentros más relevantes del año para la gestión de la calidad: la Plenaria 2025 del ISO/TC 176

Este evento reunió a representantes de casi un centenar de países y organismos internacionales en un espacio donde se debatió el presente y futuro de las normas más influyentes en el mundo, reafirmando que la calidad sigue siendo un eje estratégico de competitividad, confianza y sostenibilidad a nivel global.

Entre los subcomités, el SC2 sobre sistemas de calidad desempeñó un papel central. Este subcomité lidera la revisión de las normas más influyentes del ámbito de la calidad. El grupo de trabajo WG29 continúa el proceso de actualización de la ISO 9001, norma de referencia mundial en sistemas de gestión, cuyo borrador y calendario de revisión determinarán la forma en que las organizaciones certificadas deberán adaptarse en los próximos años. Paralelamente, el WG30 avanza en la revisión de la ISO 9002, que ofrece guías de aplicación de los requisitos de la 9001, y ha asumido también la tarea de actualizar el Manual de PYMEs (ISO SME Handbook), un reconocimiento a la necesidad de dar herramientas prácticas a las pequeñas y medianas empresas.

Estos avances no se quedan en Lima. Cada Comité Espejo nacional deberá dar seguimiento a las revisiones en curso, asegurando que las posiciones de sus países estén representadas en los debates internacionales. Es indispensable analizar los impactos que los cambios normativos traerán en áreas como el liderazgo, la gestión de riesgos, el análisis del contexto organizacional y la estructura de procesos. También es fundamental promover la participación activa de expertos locales para que las necesidades de cada país estén presentes en el diálogo normativo. La responsabilidad de los Comités Espejo va más allá del debate técnico: deben facilitar la difusión de los avances hacia los sectores productivos y de servicios para que las empresas estén preparadas con antelación a la publicación de las futuras versiones de las normas.

La Plenaria de Lima 2025 confirma la vigencia y relevancia de la calidad como factor de competitividad global. El SC2 marca el rumbo con la revisión de la ISO 9000, ISO 9001 e ISO 9002, normas que siguen siendo la base de millones de sistemas de gestión en todo el mundo. El desafío ahora se traslada a los Comités Espejo nacionales, que deben actuar con compromiso y visión estratégica para garantizar que la voz de cada país esté presente en las decisiones y que la próxima generación de normas refleje tanto la experiencia internacional como la realidad de cada contexto local.



lunes, 20 de octubre de 2025

Cerrar el círculo: evaluación de la conformidad, verdad y valores

 

Esta serie comenzó mostrando cómo la verdad objetiva, subjetiva e intersubjetiva se entrelaza en la evaluación de la conformidad (Calidad y Actitud: La verdad y la Evaluación de la Conformidad). Luego vimos un caso concreto: el etiquetado andino (Calidad y Actitud: Las verdades en acción: el Reglamento Andino de Etiquetado (Resolución 2109 de la CAN). Más adelante, advertimos lo que ocurre cuando los valores se debilitan y los reglamentos quedan en el papel (Calidad y Actitud: Cuando los valores se debilitan: el riesgo de una evaluación de la conformidad sin control). 

Hoy toca cerrar el círculo, con una reflexión más personal sobre lo que está en juego.

Cuando la política interfiere en la calidad

En mi experiencia, comprendí con claridad que la infraestructura de la calidad puede ser muy frágil si depende del vaivén político. En Ecuador, llegamos a tener un exceso de regulaciones técnicas que en vez de fortalecer al sistema lo debilitaban: perjudicaban a las organizaciones serias, alentaban el contrabando y facilitaban la entrada de productos sin control. Este es un ejemplo de cómo la verdad intersubjetiva (el consenso normativo) se puede distorsionar cuando se rompe el vínculo con los valores.

El valor de las buenas prácticas regulatorias

En contraste, hubo un momento clave cuando se decidió construir los reglamentos técnicos bajo buenas prácticas regulatorias, aplicando análisis de impacto regulatorio (AIR). Esa decisión dio coherencia al sistema, generó confianza en los socios comerciales y facilitó acceso a mercados internacionales. Pero esa confianza solo se mantiene cuando la coherencia técnica es protegida de presiones políticas. Ahí se cruzan las tres verdades:

  • Lo objetivo, porque los ensayos y análisis sostienen la norma.

  • Lo subjetivo, porque el consumidor percibe seguridad al confiar en que la regulación es seria.

  • Lo intersubjetivo, porque el acuerdo regional o internacional respalda y legitima la regla.

Responsabilidad ética en la cadena

Aquí entra un punto decisivo: la responsabilidad ética de los organismos de evaluación de la conformidad. No se trata solo de cumplir un procedimiento; se trata de ejercer un control real y no permitir prácticas poco éticas en ningún eslabón de la cadena. La ISO/IEC 17050 puede ser una herramienta útil para dar confianza a las autodeclaraciones, pero solo funciona si hay ética y mecanismos eficaces de control posterior.



Un mensaje hacia el futuro

Mirando hacia adelante, creo que el gran reto es concluir de verdad el proceso de mejora regulatoria: asegurar que todos los reglamentos estén bien estructurados, que no se conviertan en trabas innecesarias y que realmente faciliten el comercio justo y seguro. La evaluación de la conformidad debe ser una palanca de integración mundial, no un obstáculo.

La enseñanza es clara: las normas y reglamentos necesitan infraestructura, los mecanismos técnicos requieren articulación internacional, y todo ello solo se sostiene si hay valores éticos firmes. Si cualquiera de estos elementos falta, el sistema se desmorona. Si todos conviven, generan confianza, competitividad y desarrollo sostenible.

César Díaz

viernes, 17 de octubre de 2025

Cuando los valores se debilitan: el riesgo de una evaluación de la conformidad sin control

 

En mi experiencia, he visto cómo muchas etiquetas de productos no reflejan la realidad de lo que declaran. La composición de las prendas, por ejemplo, suele estar mal descrita y, al no existir suficientes laboratorios locales ni decisiones firmes de los entes de control, esto se convierte en una estafa para los consumidores.

Reglamentos y buenas prácticas regulatorias

Un reglamento técnico bien hecho debería estar basado en buenas prácticas regulatorias (BPR) y en normas internacionales. Esto garantiza coherencia, facilita el comercio y reduce la dispersión normativa. Sin embargo, incluso el mejor reglamento en el papel no sirve si falta infraestructura de la calidad para aplicarlo, o si se erosiona el pilar ético que le da legitimidad.

Las tres verdades en este contexto

  • Verdad objetiva: está en los ensayos, inspecciones y certificaciones que confirman lo declarado. Si no existen laboratorios acreditados, ni organismos competentes, no hay cómo comprobar objetivamente lo que se promete.

  • Verdad subjetiva: es la percepción del consumidor. Una etiqueta puede generar confianza o engaño: el cliente cree comprar “100% algodón” o un producto seguro, aunque en realidad no lo sea. Cuando no hay valores ni control, esta subjetividad se manipula fácilmente.

  • Verdad intersubjetiva: surge de los reglamentos y consensos internacionales. La ISO, la CAN, la OMC o acuerdos multilaterales dan un marco común, pero si ese marco no se sostiene con objetividad (ensayos) y ética, se vuelve un ritual vacío.

El rol de la autodeclaración (ISO/IEC 17050)

La ISO/IEC 17050 muestra cómo una autodeclaración puede ser creíble. De hecho, las grandes economías la usan ampliamente, pero siempre bajo dos condiciones:

  • Que el proveedor asuma responsabilidad legal plena por lo declarado.

  • Que existan mecanismos de control posterior eficaces (market surveillance, sanciones, trazabilidad).

Así, la autodeclaración no es un acto ingenuo de confianza, sino un mecanismo reconocido dentro de una infraestructura regulatoria sólida.

Cuando falta ética, todo se desmorona

He visto en la práctica cómo coexisten buenos y malos empresarios. Algunos cumplen con rigor, pero otros falsifican declaraciones de conformidad. En ausencia de vigilancia y sanción, los falsificadores tienen ventaja, el consumidor queda desprotegido y el mercado castiga a quienes hacen bien las cosas. Esto erosiona tanto la confianza subjetiva del consumidor como la intersubjetiva del sistema.

La verdadera articulación

Una evaluación de la conformidad confiable requiere cuatro pilares inseparables:

  • Buenas prácticas regulatorias en el diseño de los reglamentos.

  • Normas internacionales como referencia común.

  • Infraestructura de la calidad (laboratorios, organismos de inspección, certificación acreditada).

  • Ética e integridad como cimiento transversal que da sentido a lo objetivo, lo subjetivo y lo intersubjetivo.



Conclusión

Cuando los valores se debilitan, las normas y reglamentos existen solo en el papel. La verdad objetiva (ensayos), la subjetiva (percepción del consumidor) y la intersubjetiva (consensos normativos) se distorsionan o pierden fuerza.
La ISO/IEC 17050 puede ser un instrumento poderoso, pero solo funciona dentro de un ecosistema regulatorio con buenas prácticas, normas internacionales, infraestructura sólida y valores de transparencia.
De lo contrario, lo que aparenta ser confianza termina siendo ilusión, debilitando tanto a la infraestructura de la calidad como a los empresarios que sí cumplen.

jueves, 16 de octubre de 2025

Las verdades en acción: el Reglamento Andino de Etiquetado (Resolución 2109 de la CAN)

 

En el análisis anterior revisamos cómo la evaluación de la conformidad se apoya en la verdad objetiva, subjetiva e intersubjetiva. Ahora, veamos un caso más cercano: el Reglamento Andino de Etiquetado para prendas de vestir, establecido en la Resolución 2109 de la Comunidad Andina (CAN).

Este esfuerzo conjunto fue clave porque evitó la dispersión de regulaciones nacionales que complicaban el comercio y generaban costos adicionales. Con una sola norma comunitaria, se creó un lenguaje común que otorga previsibilidad a productores, importadores y consumidores. El reglamento obliga a que las prendas incluyan información mínima en su etiqueta (composición de fibras, instrucciones de cuidado, país de origen, talla, entre otros), con el fin de proteger al consumidor y garantizar transparencia en el mercado regional.

Verdad objetiva: lo que se mide

La verificación de lo declarado en la etiqueta requiere ensayos e inspecciones basados en normas internacionales, entre ellas:

  • ISO 1833: análisis cuantitativo de mezclas de fibras textiles.

  • ISO 6330: métodos domésticos de lavado y secado.

  • ISO 105 (serie): ensayos de solidez del color frente a fricción, sudor, luz, etc.

  • ISO 8559 (serie): ergonomía de la ropa y tallaje.

En cuanto a evaluación de la conformidad, intervienen:

  • ISO/IEC 17025: competencia de laboratorios de ensayo.

  • ISO/IEC 17020: competencia de organismos de inspección.

  • ISO/IEC 17065: certificación de producto.

  • ISO/IEC 17011: acreditación de organismos de evaluación.

  • ISO/IEC 17000: marco general y vocabulario común.

Verdad subjetiva: lo que percibe el consumidor

La etiqueta también toca la percepción individual. Un cliente puede confiar en que la prenda es de “100% algodón” porque así lo declara el rotulado, puede asociar calidad al país de origen o sentirse atraído por el diseño gráfico de la marca. Pero esta confianza puede ser ilusoria: la etiqueta es, en esencia, una autodeclaración del proveedor bajo la ISO/IEC 17050, y sin verificación independiente puede inducir a error. La subjetividad se convierte así en un espacio de riesgo para el consumidor.

Verdad intersubjetiva: lo que acordamos

El Reglamento Andino de Etiquetado representa el consenso regional. Los países de la CAN acordaron un lenguaje común y obligatorio que garantiza que lo declarado en Quito sea equivalente a lo declarado en Bogotá o Lima. Es la verdad intersubjetiva, sostenida en un acuerdo compartido. Pero este consenso solo se convierte en confianza real si está respaldado por ensayos, inspecciones y valores de integridad.

Evaluación de la conformidad en el etiquetado

El flujo típico es claro:

  • El proveedor declara en la etiqueta (autodeclaración, ISO/IEC 17050).

  • Los organismos de inspección (ISO/IEC 17020) verifican visualmente que la etiqueta cumpla los requisitos.

  • Los laboratorios (ISO/IEC 17025) confirman que lo declarado corresponde a la realidad.

  • Cuando aplica, se recurre a certificación de producto (ISO/IEC 17065).

  • Todo ello respaldado por organismos acreditados (ISO/IEC 17011), que aseguran imparcialidad y competencia.



Conclusión

El etiquetado es un ejemplo claro de cómo las tres verdades interactúan: lo objetivo son los ensayos, lo subjetivo es la percepción del consumidor y lo intersubjetivo es el consenso normativo de la CAN. Pero si el sistema se reduce únicamente a la autodeclaración, sin mecanismos de evaluación de la conformidad, el consumidor puede ser engañado y la infraestructura de la calidad pierde su razón de ser. El Reglamento Andino de Etiquetado nos recuerda que la etiqueta es una puerta de entrada a la confianza, siempre que se respalde con ensayos, inspecciones, acreditación y valores de integridad en quien declara.

miércoles, 15 de octubre de 2025

La verdad y la Evaluación de la Conformidad

 

Tres dimensiones de la verdad

La búsqueda de la verdad no es una cuestión meramente filosófica; también tiene consecuencias prácticas en los sistemas que construimos para generar confianza.
Podemos reconocer tres dimensiones distintas:

  • Verdad objetiva: aquella que puede ser demostrada y verificada por cualquiera. No depende de opiniones ni percepciones. Un resultado de laboratorio, bajo condiciones controladas, refleja esta dimensión.

  • Verdad subjetiva: nace de la percepción y la experiencia personal. Está presente en cómo interpretamos los hechos, en nuestras intuiciones, en la valoración que cada auditor hace de un hallazgo.

  • Verdad intersubjetiva: no se sostiene por sí sola, sino porque un colectivo la respalda. El dinero, las leyes o las normas internacionales son realidades intersubjetivas: funcionan porque existe acuerdo social para reconocerlas.

El puente hacia la Evaluación de la Conformidad

La evaluación de la conformidad es el mecanismo que articula estas tres verdades.

  • Se apoya en hechos objetivos, como mediciones y ensayos con métodos estandarizados.

  • Acepta la presencia de un componente subjetivo, porque la interpretación humana nunca desaparece del todo: un auditor debe valorar, un comité técnico debe deliberar.

  • Y, sobre todo, descansa en una verdad intersubjetiva: las normas, reglamentos y acuerdos internacionales que permiten que los resultados tengan validez más allá de las fronteras.

La fuerza de la infraestructura de la calidad proviene justamente de esa combinación: objetividad técnica, interpretación responsable e intersubjetividad consensuada.

Confianza como resultado

Cuando los tres planos se alinean, surge la confianza. Un consumidor confía en que un producto es seguro; un mercado internacional abre sus puertas; un país logra integrar a sus productores en cadenas globales de valor.
Sin esa articulación, la evaluación de la conformidad pierde su sentido y se convierte en un trámite vacío.

Visualización

El siguiente diagrama sintetiza esta relación. En el centro, donde confluyen los tres tipos de verdad, se encuentra la Evaluación de la Conformidad, motor de confianza y desarrollo sostenible:



Comprender que la evaluación de la conformidad depende de la interacción entre lo objetivo, lo subjetivo y lo intersubjetivo es el primer paso. Pero esta construcción no se sostiene sola: requiere estar anclada en valores.

¿Qué ocurre cuando los valores se debilitan, cuando los reglamentos existen en el papel pero no hay mecanismos confiables para verificar el cumplimiento? Ese será el tema del siguiente artículo.


César Díaz

martes, 14 de octubre de 2025

Día mundial de la Normalización, 14 de octubre

 Cada 14 de octubre el mundo celebra el Día Mundial de la Normalización, una fecha que recuerda el año 1946, cuando más de 25 países se reunieron en Londres para crear una organización que aportara coherencia y confianza a un mundo fragmentado por la posguerra. De esa visión nació la Organización Internacional de Normalización (ISO), que hoy se ha convertido en una red global con más de 170 miembros nacionales.



Como alguien que ha tenido el honor de liderar el Organismo Nacional de Normalización de Ecuador (ONN), he visto de primera mano cómo las normas impulsan el progreso, abren mercados y fortalecen instituciones, pero también he sido testigo del lado oscuro, cuando el mal uso o la manipulación de la infraestructura de la calidad pone en riesgo no solo el comercio internacional, sino también el desarrollo a largo plazo de un país.

Una norma es un documento basado en consenso que establece requisitos, procesos o criterios comunes. Aunque pueda parecer simple en el papel, moldea casi todo lo que nos rodea: desde la rosca de un tornillo, hasta la calidad del aire que respiramos o la confiabilidad de los sistemas digitales. Las normas son una infraestructura invisible que genera confianza, facilita el comercio internacional y, cuando se alinean con las políticas públicas y las regulaciones, se convierten en una palanca para proteger a los ciudadanos, fomentar la innovación y asegurar la competencia justa.

En el corazón de ISO y de cada ONN están los Comités Técnicos, donde expertos de múltiples países y disciplinas debaten, negocian y alcanzan consensos. Este proceso no existiría sin los miles de voluntarios en todo el mundo que entregan su tiempo, conocimiento y experiencia. Su labor no es solo técnica; es un aporte de visión y servicio a la comunidad global.



En este día también debemos reconocer a los elders de la normalización, profesionales que han dedicado décadas a construir la infraestructura de la calidad. Su rol hoy no es únicamente transmitir experiencia, sino también comprometer e inspirar a las nuevas generaciones, porque sin nuevas voces y perspectivas los comités envejecen y pierden relevancia. La diversidad generacional no es opcional; es esencial para que las normas se mantengan dinámicas, inclusivas y orientadas al futuro.

Por mi experiencia puedo afirmar que el progreso de una nación está estrechamente ligado al liderazgo de su Organismo Nacional de Normalización. Cuando un país confía esta tarea a profesionales capaces, visionarios y éticos, logra acceso a mercados globales, fortalece sus industrias y atrae inversión. La decisión de quién dirige un ONN no es simplemente técnica; es estratégica, con consecuencias para la prosperidad futura del país.

El Día Mundial de la Normalización no es solo un reconocimiento a acuerdos técnicos; es un recordatorio de que las normas construyen puentes entre naciones, sectores y generaciones. Debemos honrar a quienes nos precedieron, apoyar a quienes trabajan hoy y abrir espacio a quienes continuarán la labor, sin olvidar que el mal uso de las normas puede erosionar la confianza y socavar el progreso. Solo con integridad y visión podremos alcanzar un mundo verdaderamente más fácil, seguro y mejor.


César Díaz

World Standards Day, October 14th

 

Every year on October 14th, the world celebrates World Standards Day, a date that recalls 1946 when more than 25 countries met in London to create an organization that would bring coherence and trust to a fragmented post-war world. Out of that vision the International Organization for Standardization (ISO) was born, and today it has become a global network of more than 170 national members.



As someone who has had the honor of leading Ecuador’s National Standards Body (NSB), I have seen firsthand how standards drive progress, open markets, and strengthen institutions, but I have also witnessed the darker side, when the misuse or manipulation of the quality infrastructure can put at risk not only international trade but also the long-term development of a country.

A standard is a consensus-based document that establishes common requirements, processes, or criteria. Though simple on paper, it shapes almost everything: from the thread of a screw, to the quality of the air we breathe, to the reliability of digital systems. Standards are an invisible infrastructure that creates trust, enables international trade, and when aligned with public policy and regulation, becomes a lever to protect citizens, foster innovation, and ensure fair competition.

At the heart of ISO and every NSB are the Technical Committees (TCs), where experts from many countries and disciplines debate, negotiate, and build consensus. This process would not exist without the thousands of volunteers worldwide who dedicate their time, knowledge, and expertise. Their work is more than technical; it is a contribution of vision and service to the global community.



On this day we must also acknowledge the elders of standardization, professionals who have devoted decades to building quality infrastructure. Their role now is not only to share expertise but to engage and inspire the next generation, because without new voices and perspectives the committees age and lose relevance. Generational diversity is essential to keep standards dynamic, inclusive, and future-ready.

From my experience, the progress of a nation is closely tied to the leadership of its National Standards Body, and when a country entrusts its NSB to capable, visionary, and ethical professionals, it gains access to global markets, strengthens its industries, and attracts investment. The decision of who leads an NSB is not simply technical but strategic, with consequences for the future prosperity of a country.

World Standards Day is not only about technical agreements; it is a reminder that standards build bridges across nations, industries, and generations. We must honor those who came before us, support those working today, and open doors for those who will continue the journey, while staying vigilant that the misuse of standards can erode trust and undermine progress. Only with integrity and vision can we achieve a world that is truly easier, safer, and better.


César Díaz

lunes, 13 de octubre de 2025

La Inteligencia Artificial y la digitalización para alcanzar los resultados ESG

 

La Inteligencia Artificial (IA) ya no puede entenderse únicamente como el análisis masivo de datos. Su verdadero valor radica en la capacidad de aprender del conocimiento acumulado, extraer patrones y proponer respuestas mejoradas a problemas complejos.

En el contexto de la infraestructura de la calidad, esto implica una revolución en la forma en que se elaboran y aplican las normas internacionales: los Comités Técnicos pueden servirse de la IA para integrar evidencia global, analizar tendencias y construir consensos más sólidos y ágiles que respalden la sostenibilidad y los resultados ESG.




🌍 La IA en el proceso normativo y la cadena de valor

La digitalización conecta actores a lo largo de la cadena de valor, pero la IA agrega una nueva dimensión:

  • Analizar miles de propuestas técnicas en tiempo real, clasificando su relevancia y coherencia con las normas existentes.

  • Apoyar el trabajo de los Comités Técnicos ISO y regionales, generando borradores de documentos basados en experiencias previas y en el conocimiento normativo acumulado.

  • Identificar vacíos normativos en áreas emergentes como energías renovables, ética de la IA o economía circular.

  • Simular impactos de una norma en distintos sectores y geografías antes de su adopción formal.

Ejemplo: una norma sobre energía limpia podría ser nutrida por la IA analizando en segundos estudios, experiencias regulatorias, casos de éxito y comentarios de múltiples países, facilitando así decisiones más inclusivas y rápidas.


🏙️ Aplicaciones para los resultados ESG

La IA potencia el logro de resultados en los tres pilares ESG, en alineación con normas específicas:

  • Ambiental (E):

    • Modelos predictivos para medir emisiones y eficiencia energética (ISO 50001, ISO 14064).

    • Análisis automatizado de prácticas de circularidad (ISO 59000 – economía circular).

  • Social (S):

    • Uso de IA para mejorar la seguridad y salud ocupacional (ISO 45001).

    • Procesamiento de datos de impacto social para auditorías externas y reportes (alineado con las guías de ISO 26000, aunque complementado por nuevas metodologías digitales).

  • Gobernanza (G):

    • Automatización de sistemas de compliance (ISO 37301 – compliance, ISO 37001 – antisoborno).

    • Aplicación de IA para detectar conflictos de interés o anomalías en procesos de auditoría.


💡 Tecnologías habilitadoras en clave normativa

El ecosistema actual va más allá de big data:

  • IA generativa para redactar borradores de normas y propuestas en comités (ISO/IEC 42001 – gestión de IA).

  • Aprendizaje automático con memoria acumulada, capaz de comparar versiones históricas de normas y sugerir mejoras.

  • Plataformas de colaboración digital (alineadas con ISO 30401 – gestión del conocimiento) que integran IA para organizar y curar el contenido técnico.

  • Blockchain y trazabilidad para garantizar transparencia en la consulta pública de normas (ISO 22739).

  • Ciberseguridad y gobernanza digital (ISO/IEC 27001, ISO/IEC 38500) para proteger la integridad de los procesos normativos.


👤 El ser humano y los comités

Aunque la IA acelere los procesos, los expertos humanos siguen siendo el núcleo de la normalización. La IA se convierte en un asistente que:

  • Sugiere redacciones basadas en normas previas.

  • Identifica incoherencias técnicas en borradores.

  • Integra experiencias de distintos países en tiempo récord.

Los comités no pierden protagonismo: lo refuerzan, porque ahora su trabajo se basa en un análisis más amplio, más informado y menos sesgado.


📈 Retos para las organizaciones y los ONN

Los Organismos Nacionales de Normalización (ONN) y las empresas deben:

  • Aceptar la IA como herramienta estratégica en los procesos normativos.

  • Formar expertos en el uso de IA aplicada a la estandarización.

  • Integrar la digitalización en el ciclo completo de la norma, desde la propuesta hasta la implementación y evaluación de impacto.

  • Desarrollar mecanismos para garantizar que las decisiones apoyadas en IA sean éticas, transparentes y auditables.


🌟 Conclusión

La IA no sustituye la experiencia técnica ni el consenso, pero ofrece a la normalización y a los procesos ESG una capacidad inédita para aprender del conocimiento acumulado y generar soluciones más rápidas, precisas y efectivas.

El futuro de la digitalización pasa por integrar la IA en el trabajo normativo, haciendo que los comités sean más ágiles, las normas más relevantes y la confianza de la sociedad más sólida.


✍️ César Díaz Guevara
Consultor en Calidad, Estrategia e Innovación