Durante más de treinta años, ISO 9001 ha sido la referencia
mundial para los Sistemas de Gestión de la Calidad. Su evolución refleja cómo
ha cambiado la forma de entender la calidad: desde un enfoque documental y
procedimental, hacia una visión estratégica, humana y basada en la mejora
continua.
Hoy nos encontramos en un nuevo punto de inflexión. Con la
publicación del ISO/DIS 9001:2025, el movimiento de la calidad entra en
una fase donde la cultura organizacional, la ética y el compromiso
gerencial dejan de ser intangibles para convertirse en requisitos formales.
Este artículo resume los elementos esenciales del DIS, su
contexto histórico y las recomendaciones para que empresas, certificadoras,
auditores y consultores se preparen desde ahora.
1. Una evolución constante: de ISO 9001:1994 a la versión actual
La trayectoria de la norma ayuda a comprender por qué el
borrador actual es coherente con más de dos décadas de madurez global en
sistemas de gestión:
- ISO
9001:1994
Enfoque documental, contractual y fuertemente procedimental. - ISO
9001:2000
Punto de quiebre: se integra el enfoque por procesos, se unifican normas previas y se fortalece el rol de la dirección. La calidad comienza a vincularse con estrategia y desempeño. - ISO
9001:2008
Ajustes menores. - ISO
9001:2015
Se introduce la estructura de alto nivel, la gestión del riesgo, la mirada estratégica del contexto y el énfasis en el liderazgo.
Las enmiendas de cambio climático (2024)
En 2024, ISO incorporó enmiendas obligatorias sobre cambio
climático a varias normas de sistemas de gestión, incluida ISO 9001.
Estas enmiendas reforzaron dos obligaciones:
- evaluar
si el cambio climático afecta la capacidad del sistema de gestión,
- considerar
expectativas de partes interesadas relacionadas con este tema.
Este ajuste fue un anticipo del enfoque más amplio que ahora
recoge el DIS.
2. Qué trae el ISO/DIS 9001:2025
La fase DIS no implica cambios radicales, pero sí una evolución
profunda en la manera de entender la calidad. Entre los elementos más
destacados:
2.1. Cultura organizacional y ética
Por primera vez, el borrador incorpora de manera explícita
la necesidad de construir una cultura de calidad basada en valores,
comportamiento ético y coherencia de la dirección.
Es un reconocimiento claro de que los resultados sostenibles
no dependen solo de procesos bien escritos… sino de personas alineadas con
principios y prácticas consistentes.
2.2. Liderazgo con responsabilidad real
El rol de la Alta Dirección se refuerza. El liderazgo debe:
- integrar
el sistema de gestión en la estrategia,
- actuar
con coherencia,
- fomentar
comportamientos éticos,
- promover
un entorno que favorezca la calidad y el bienestar del personal.
2.3. Planificación estratégica consolidada
El borrador reorganiza y simplifica la gestión de riesgos y
oportunidades.
Se espera que las organizaciones gestionen el contexto de forma más amplia e
incluyan tendencias globales como digitalización, sostenibilidad y cambio
climático.
2.4. Digitalización y nuevos entornos de trabajo
El DIS reconoce que los procesos ya no son únicamente
físicos. La norma incorpora conceptos vinculados a:
- sistemas
digitales,
- infraestructura
tecnológica,
- trabajo
remoto,
- gestión
de datos e información.
2.5. Bienestar organizacional
Se amplía el concepto de “ambiente para la operación de
procesos” para incluir factores físicos, psicológicos y sociales. La calidad es
inseparable del bienestar.
3. Calendario estimado y período de coexistencia
Si el proceso avanza sin contratiempos, la versión aprobada
podría publicarse entre el segundo semestre de 2026 y el primer trimestre de
2027.
Después vendrá un periodo de coexistencia, muy
probablemente entre 24 y 36 meses, donde convivirán:
- ISO
9001:2015 + Enmienda Climática 2024, y
- la
nueva versión final.
Durante ese tiempo, todas las partes interesadas deberán
prepararse:
- empresas
certificadas o en proceso de certificación,
- organismos
de certificación,
- auditores
internos y externos,
- consultores,
- capacitadores,
- organismos
de acreditación.
4. Qué deben hacer desde ahora
Aunque el DIS no obliga a cambios inmediatos, sí exige una
visión anticipada.
Estas son las acciones recomendadas:
4.1. Empresas
- Realizar
un análisis de brechas contra el DIS.
- Evaluar
cultura organizacional, ética y coherencia en el liderazgo.
- Revisar
procesos de comunicación, bienestar y gestión del talento.
- Fortalecer
gestión de riesgos, contexto y digitalización.
4.2. Organismos de certificación
- Actualizar
criterios internos y materiales de auditoría.
- Revisar
competencias requeridas en auditores.
- Preparar
lineamientos para la transición y la coexistencia.
4.3. Auditores (internos y externos)
- Desarrollar
competencias para auditar cultura, liderazgo, bienestar y ética.
- Prepararse
para auditorías digitales e híbridas.
- Fortalecer
técnicas de evaluación en procesos altamente digitalizados.
4.4. Consultores
- Incorporar
el componente cultural en sus metodologías.
- Acompañar
a la Alta Dirección en el alineamiento estratégico.
- Preparar
programas de transición y sensibilización.
- Ayudar
a que las empresas aprovechen este cambio como una ventaja competitiva.
5. Una oportunidad para fortalecer la calidad en el largo
plazo
El ISO/DIS 9001:2025 no es solo un borrador técnico. Es una
invitación a construir organizaciones más éticas, resilientes y
comprometidas.
La calidad deja de ser solo cumplimiento para transformarse en una cultura que
genera confianza, sostenibilidad y reputación.
Estamos entrando en una etapa donde la calidad ya no se
“gestiona”, sino que se vive. Y ese cambio empieza por la Alta
Dirección.
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