La prospectiva es una disciplina y un conjunto de metodologías orientadas a la previsión del futuro. Básicamente se trata de imaginar escenarios futuros posibles, con el fin de planificar las acciones necesarias para evitar o acelerar su ocurrencia. Esta metodología viene del análisis desde el futuro hacia el presente, anticipando la configuración de un futuro deseable, luego reflexionando sobre el presente desde ese futuro imaginado, para concebir estrategias de acción tendientes a alcanzar el futuro deseado.
En un esfuerzo por anticipar el futuro de la calidad, ASQ llevó a cabo su estudio de futuro por primera vez en 1995. El valor del estudio fue tal que ASQ ha repetido una vez cada tres años ese análisis. El estudio que Paul Borowski nos ha pedido analizar es el sexto de la serie, y que en su versión final tendrá identificadas las fuerzas claves, desarrollará escenarios alternativos y describirá potenciales acciones que nos acerquen al futuro deseado.
En el estudio del 2008 las fuerzas identificadas eran las siguientes:
1. Globalización
2. Responsabilidad Social
3. Nuevas Dimensiones de la Calidad
4. Envejecimiento de la Población
5. Manejo de la Salud
6. Mayor Conciencia Ambiental
7. Tecnologías del Siglo 21
En el documento que se está discutiendo para el año 2011 se involucra la contribución de más de 150 panelistas de más de 40 países. En este blog quisiera hacer el análisis bajo la perspectiva de un ciudadano latinoamericano y miembro de la comunidad global de calidad, de cada una de las fuerzas de cambio:
1. Responsabilidad Global, que representa la fusión de la necesidad de ser socialmente más responsables con el impacto global que tendrán las decisiones locales. El planeta tiene recursos finitos y frente a eso el impacto de los países llamados en vías de desarrollo ha sido menor, por eso creo que se vuelve imperativo el cuidar nuestros recursos y preservar todo lo que poseemos y a su vez crear conciencia en el mundo de cuidar lo recursos y el medio ambiente que nos rodea. Debemos evitar ser considerados el lugar en el cual se puede depositar los desperdicios del mundo y aprender a obtener crecimiento económico sin dañar nuestro entorno.
2. Mayor conciencia del consumidor, es el hecho de que los consumidores usan su capacidad de acceder a la información para hacer mejores decisiones de compra. Hoy los clientes pueden comprar en todo el mundo y la lealtad a los productos desaparece. En países como Ecuador, aunque el acceso al internet no es para toda la población esto se ha vuelto una realidad, y ha obligado a muchos negocios locales a cambiar su forma de comportamiento frente al cliente. La capacidad de recomendar y/o criticar un producto o servicio en tiempo real es ya una realidad y las nuevas generaciones usan la tecnología con mucha facilidad. Las empresas en latinoamérica que no adopten nuevos paradigmas van a desaparecer.
3. Globalización, la cuál es la única fuerza que aparece desde los estudios de 1996 y fue la primera en la lista de los estudios de los dos años anteriores. En Ecuador cuando miro a los hijos de mis amigos y conocidos muchos de ellos ya ven al mundo como su opción y no están limitados a las fronteras del Ecuador. La realidad actual es que clientes, proveedores y personal pueden venir de cualquier lugar del mundo. Por otro lado también en el país se empieza a tomar mayor conciencia de los costos de transporte y de cómo tratar de producir localmente pero con una perspectiva internacional. Las empresas ya en Ecuador empiezan a pensar en toda la cadena de suministro y pasa a ser parte de la estrategia. Creo que hay oportunidades para las empresas latinoamericanas que adopten estrategias adecuadas.
4. El incremento de la velocidad de cambio, lo cual ha emergido como una fuerza por si mismo, con todas las oportunidades y riesgos que representa. Ahora en LA se puede tener la misma tecnología que existe en el mundo, pero la desventaja que tenemos es que somos consumidores de tecnología, pero no se han desarrollado centros de tecnología en nuestros países, lo cual hace que tengamos una desventaja muy grande en posibilidades de desarrollo.
5. La fuerza laboral del futuro que desafiará nuestras nociones de talento, trabajo, lugar de trabajo y aprendizaje. Creo que estamos viendo como las nuevas generaciones mejor preparadas tienen mejores oportunidades. Eso es un reto para toda LA para no solo vender mano de obra no calificada, sino talento humano.
6. El envejecimiento de la población y el hecho de que tengamos ahora en las empresas (la mayor parte de ellas familiares en nuestros países) trabajando simultáneamente tres generaciones a la vez, eso ha hecho que se necesiten nuevas destrezas y habilidades y nuevo conocimiento. Creo que en sistemas de salud y seguro social no estamos mejorando a la velocidad que estos cambios exigen. Los demógrafos indican que para el año 2025 la mayor parte de la población tendrá más de 65 años y eso también va a impactar a nuestros países.
7. La Calidad del Siglo 21 y su evolución desde los niveles inferiores de la organización hacia los niveles gerenciales y hacia una visión total de la calidad. Creo que en LA todavía hay mucho camino por recorrer, ha existido crecimiento en niveles gerenciales pero hay mucho espacio para mejoramiento.
8. La innovación como una última fuerza con la realidad de que se ha transformado en el elemento vital en las organizaciones. En LA todavía las empresas se encuentran dormidas en relación a esa tendencia, pero tengo fé que al entrar nuevas generaciones a niveles gerenciales esta tendencia va a cambiar.
Finalmente quisiera compartir algunos pensamientos sobre el futuro de la Calidad dados por Gary Cort, Chairman, ISO/TC 176 Quality Management and Quality Assurance en International Organization for Standardization (ISO), el cual en una conversación sobre el futuro de la calidad indicaba que por la velocidad del cambio en algunos sectores (la electrónica por ejemplo) nuestras expectativas de calidad son INFERIORES y se transforma en una paradoja entre la innovación y el mejoramiento. Favor vean el video.
Creo que hay mucho que hacer para llegar al futuro DESEADO, y si bien no podemos dirigir el viento, podemos dirigir las velas y que el futuro dependerá de las decisiones que tomemos en el presente.
César Díaz
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