En una entrevista que Paul Borawski hacía al Dr. J.J. Irani, el cual fue Director General de TATA Steel por casi una década y actualmente es miembro del Directorio podemos descubrir muchos de los elementos vitales para crear una cultura de calidad sostenible en el tiempo.
Paul nos indicaba que los ejecutivos escuchan más fácilmente a los ejecutivos, entonces lo primero que me preguntaba es quién es J.J. Irani y qué significa TATA Steel a nivel mundial.
Si ponemos en google Dr. J.J. Irani, vamos a encontrar muchas referencias, empezando por su perfil en la revista Forbes.
De su hoja de vida, a sus 75 años podemos ver una trayectoria brillante y contribuciones dadas tanto en TATA Steel, como en múltiples organizaciones dentro y fuera de la India. También ha recibido la Medalla de Calidad Juran en el año 2001 y otros reconocimientos que le perfilan como un líder de clase mundial. Al leer el blog Quality, The Unfair advantage, escrito por Anshuman Tiwari de la India y sus experiencias directas con el Dr. J.J. Irani podemos darnos cuenta del impacto que tuvo al interior de la empresa al alzar la voz de la calidad.
En cuanto a Tata Steel y todo el grupo TATA, es extraordinario lo que esta corporación que es la más grande de India representa a nivel mundial, solo al mirar su slogan: “Liderazgo con confianza” nos da una idea de la cultura organizacional que se trasmite al mundo.
TATA tiene operaciones globales y en Ecuador tiene presencia su división de consultoría trabajando en el sector bancario, aunque posiblemente haya otras actividades que están también siendo desarrolladas. La empresa es conducida por valores, habiendo definido cinco pilares: Integridad, Comprensión, Excelencia, Unidad, Responsabilidad.
En la entrevista el Dr. JJ. Irani nos indica que la calidad siempre ha sido asociada a una relación contractual entre proveedores y usuarios, pero si queremos procesos sustentables debemos pasar estas fronteras y tener un sistema que se base en principios y adoptar una metodología.
TATA ha tomado la decisión estratégica de adoptar los criterios del Modelo de Excelencia Malcolm Baldrige para su gestión, conjuntamente con la metodología de Jurán y ciertas metodologías de Calidad japonesas. Lo vital ha sido lograr que este sistema sea adoptado e institucionalizado por las diferentes compañías del grupo y de manera uniforme, en empresas tan diversas como hoteles, hospitales, químicos, automotrices, consultoría, automotriz, aeroespaciales.
Creo que es importante transformar a la calidad en la estrategia de la organización para obtener resultados, y dentro de ello tener claro una metodología a seguir. Hay muchas empresas en Ecuador que están saltando entre diferentes métodos y no permiten que los sistemas maduren, por lo que sus esfuerzos se pierden y diluyen en el día a día.
El Dr. Irani también nos habla de la pequeña y la gran calidad, la pequeña es la calidad del producto que debe ser alcanzada, pero la que hace la diferencia es la gran Q, la gran calidad, aquella que está presente en TODO LO QUE HACEMOS…, dentro de esta gran Q debemos considerar la calidad de la gerencia que es la que agrega valor al sistema, el producto y su calidad en el tiempo pueden y deben ir cambiando, pero la calidad de la Gerencia debe ser el ADN de la organización.
En la gran Q se debe incluir a cada uno de los proveedores, e inclusive a los clientes, se debe “rezar y enseñar”, y lograr que les guste generar y buscar la calidad. Su frase magistral es “La confianza existe solo entre las organizaciones que tienen los mismos valores.”
Creo que al interior de las organizaciones se necesita personas comprometidas que adopten una cultura de calidad desde su vida personal y luego la lleven al campo laboral. Para ello debe definirse un camino que nos permita conocer a donde queremos llegar. El hecho de que la confianza existe solo en organizaciones que tienen los mismos valores nos hace ver que debemos trabajar muy fuerte en esa alineación, donde creo que hay una gran oportunidad de mejora en Latinoamérica.
En cuanto a Responsabilidad Social, el Dr. Irani indica que las organizaciones deben aprender a compartir parte de sus resultados con la comunidad. Es importante descubrir el valor de no solo dar dinero y separarse, hay que ver el dinero como una inversión a través del tiempo. A menos que se tenga el soporte de la comunidad donde se opera no se puede crecer. Su frase magistral es “No se puede tener un árbol en la mitad del desierto”. Se debe plantar dinero y preparar la tierra alrededor de ese árbol… y el dinero regresará en muchas formas.
Creo que se debe lograr un compromiso en los principales ejecutivos de las empresas, no se puede tener una empresa rica en medio de una comunidad pobre, no va a ser sostenible en el largo plazo. Se debe ver las inversiones en la comunidad como una estrategia de largo plazo, generar confianza entre las partes y pensar en empresas que busquen utilidades pero para distribuirles de manera equitativa entre todas las partes interesadas, siendo solo una de las mismas los accionistas.
Finalmente creo que las lecciones aprendidas nos llevan nuevamente a las bases, si no trabajamos primero con la gente y generamos cultura, incluyendo la comunidad, va a ser difícil en el largo plazo mantener los resultados.
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